Algunos tips sobre el correcto uso de tu equipo

Sobre-enfriar el ambiente es perjudicial para la salud. La mayoría de los resfriados relacionados con el uso del aire acondicionado se deben a que se utilizan temperaturas demasiado bajas. La temperatura de salida del aire suele estar entre 10ºC y 12º C, por lo que los deflectores de la rejilla deben orientarse de forma que el aire se difunda por toda la habitación.

Evita los saltos térmicos bruscos. Diferencias de más de 10ºC con la temperatura exterior son perjudiciales para la salud. Una diferencia de 5º resulta agradable y saludable.

No ajustes el termostato a una temperatura inferior a la deseada al encender el equipo, no enfriará más rápido y supondrá un gasto energético innecesario.

Limpia los filtros del aire acondicionado al menos dos veces al año. Un filtro sucio reduce el rendimiento y aumenta el consumo hasta un 10%.

Mantén libres los conductos de ventilación. Verifica que las entradas y salidas del aire acondicionado no están siendo obstruidas. Las rejillas deben mantenerse limpias y libres de suciedad, polvo y objetos extraños.

Evita abrir puertas y ventanas del espacio que estás climatizando, así evitaras sobreconsumo y sobre exigencia del equipo.

El efecto de evaporación de plantas vivas refresca el ambiente. Ubícalas  frente a las ventanas y junto a las puertas.

Las puertas y ventanas deben estar adecuadamente selladas para evitar las excesivas filtraciones de aire. Utiliza burletes o sellador de siliconas.

Los vidrios polarizados y las películas reflectoras permiten ahorrar hasta un 20% del consumo del aire acondicionado.

Pintar las superficies externas con colores claros puede reducir hasta en un 75% la entrada de calor. Utilizando pinturas especiales con componentes cerámicos podes reflejar hasta un 95% de las radiaciones solares.